Sobre Tafí del Valle
Explora el destino para aprovechar al máximo tu experiencia
Ubicado a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar, Tafí del Valle es uno de los destinos más encantadores del noroeste argentino. Rodeado por imponentes montañas y atravesado por paisajes de ensueño, este valle combina naturaleza, historia y cultura en un entorno único.
Sus verdes laderas, ríos cristalinos y cielos despejados invitan al descanso y la aventura. Desde caminatas entre cerros y paseos a caballo, hasta experiencias gastronómicas con sabores regionales, Tafí ofrece actividades para todos los gustos durante todo el año.
Además, conserva una fuerte identidad cultural, con tradiciones vivas, artesanías locales y una hospitalidad que hace sentir al visitante como en casa. Cada rincón del valle es una oportunidad para conectar con la naturaleza y disfrutar de la tranquilidad de la vida serrana.
La historia
Tafí del Valle, un tesoro de Tucumán, se destaca por su belleza natural, rica historia y tradiciones únicas, consolidándose como un destino turístico imperdible a nivel nacional e internacional. Ubicado a 126 km de San Miguel de Tucumán, se accede por la pintoresca Ruta Provincial 307, que atraviesa la exuberante selva tucumana y acompaña al río Los Sosa con parajes iconicos como “El Indio” y “El Fin del Mundo”. Al ingresar al valle, impactan las imponentes cordilleras, el lago de La Angostura y la cercana localidad de El Mollar.
Habitado desde tiempos milenarios por la cultura Tafí y más tarde por españoles y jesuitas, quienes impulsaron la producción de quesos, el valle posee una gran herencia cultural. El turismo se desarrolló con la inauguración de la Ruta 307 en 1943, y desde entonces, Tafí combina actividades como cabalgatas, trekking, parapente y visitas culturales con eventos destacados como el Festival Nacional del Queso. Su clima templado y paisajes cambiantes en cada estación lo convierten en un lugar atractivo todo el año.
Hoy es la villa turística más popular de Tucumán, inspirando a artistas y cautivando con su magia en cada visita, como describe la zamba Tiempo de Tafí.
